Época: Roma
Inicio: Año 753 A. C.
Fin: Año 476




Comentario

Roma será heredera de Grecia en el campo científico, como lo es en el artístico y el educativo. Sin embargo, en el caso romano la mayoría de los estudiosos se dedicarán a la recopilación de material y su primaria elaboración empírica, descuidando en la mayor parte de los casos las ciencias naturales. Mención especial merece Lucrecio por apartarse de esta manera de trabajar, al intentar establecer una verdadera teoría científica de la sociedad y de la naturaleza. Varrón es otro de los mejores científicos romanos en los años de la Guerra Civil.
Durante los primeros años del Imperio la ciencia continúa con el mismo carácter empírico descriptivo de tiempos anteriores. Surge un especial interés por asuntos técnicos, destacando los trabajos del arquitecto Lucio Vitrubio -con su excelente obra "Sobre la arquitectura" recogida en diez libros que tendrá especial influencia en el Renacimiento- y el desarrollo de la geografía con el general M. Agripa -creador de una carta geográfica donde recogía el mundo conocido- y el griego Estrabón (66 a.C.-24 d.C.) -autor de los famosos siete libros de "Geografía"-.

El carácter recopilatorio de la ciencia continuó en los años centrales del Imperio, siendo su mejor ejemplo la obra de Cayo Plinio el Viejo (23-79), autor de una "Historia Natural" recogida en 37 libros. El trabajo de Plinio es la mejor recopilación de los conocimientos relacionados con las ciencias naturales -medicina, astronomía, geografía, antropología-. Otro de los investigadores más importantes de estos años será Séneca, escritor muy fecundo que se dedicó a numerosas disciplinas, incluso fue educador de Nerón. Escribió siete libros sobre "Cuestiones naturales" que sirven como medio de conocimiento de la divinidad.

Entre los principales matemáticos y astrónomos encontramos a Claudio Ptolomeo, compilador de las enseñanzas de la escuela de Alejandría. Ptolomeo volvió al sistema geocéntrico de Aristóteles y se dejó influir por las supersticiones de su tiempo al considerar que los cuerpos celestes influyen en el destino de los seres humanos. Su obra titulada "Almagesto" fue la más importante del campo astronómico hasta el siglo XV.

En la medicina destaca la personalidad de Claudio Galeno (129-principios del siglo III) del que conservamos más de cien trabajos que serían traducidos en la Edad Media por árabes y judíos. Su obra "Arte Médica" sería durante un largo tiempo considerada el mejor manual de medicina, continuando las enseñanzas de Hipócrates y la gran medicina griega.